Y una vez acabado el pescaíto frito y el tiramisú mis pasos me llevaron hacia la plaza del Obispo, donde acabé sentado en la terraza de La Taberna del Obispo, la catedral enfrente, los azules de la fuente del centro de la plaza y un mitad( mitad café mitad leche) exquisito. De regreso a casa una última visita a calle larios con la exposición sobre la vendimia. Al fondo el edificio de La Equitativa.
2 comentarios:
¿No me viste allí?
Es uno de mis lugares favoritos, contemplando a "la manquita", mientras la fuente pone la banda sonora al instante vivido.
Hola, Tracy!! pues no te vi por allí, pero sé que sueles visitar Málaga, mi ciudad natal( no sé si lo sabías, aunque vivo a 1100 kms hacia el norte). Es un buen rincón de la ciudad para tomar algo, ¿ verdad?
Un abrazo.
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